La facilidad del autor
Esteban Navarro para describir a sus personajes hace que no nos cuente como son,
sino que los cuenta por cómo hacen las cosas y por qué las hacen. Los giros en
los personajes y las situaciones de la trama están en función del punto de
vista de quién describe el momento. Nada es lo que parece hasta que cada cosa
es explicada por todos los protagonistas. Los personajes cambian, mejoran, se
arropan, crecen en función del desarrollo de la novela.
Narrada a través del relato
de un diario y contado en segunda persona, la editora del autor, (No cuento el
principio que ya lo cuenta en la información de la sinopsis del libro), es el
hilo conductor es esa voz en segunda persona y los escasos diálogos son
consecuencia para aclarar las diversas situaciones.
La prosa de Esteban Navarro
es clara, precisa, directa, ágil y exenta de retorcimientos.
Un suspense hasta las dos
últimas hojas donde desvela un final espectacular.
Deseando leer mucho más de
este autor.
Asensio Piqueras
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